En la Comarca Viedma-Patagones, la segunda generación de empresarios enfrenta un desafío transcendental: traspasar el legado familiar a través del tiempo. En este contexto, Carlos Fiore, titular de Agro Fiore, brindó su testimonio sobre la transición en el negocio de artículos rurales que inició su padre casi dos décadas atrás.

Para el reconocido comerciante, la preparación y la confianza son pilares fundamentales en esta sucesión. El paso de la lapicera y el papel a la tecnología, la adaptación a nuevas formas de comunicación, y el peso de las decisiones diarias, son solo algunos de los desafíos que enfrenta la nueva generación. La presión por mantener el éxito empresarial, los cambios en el modo de gestionar el negocio, y el equilibrio entre tradición e innovación, son parte del camino recorrido por Carlos y su equipo.

"La toma del mando nunca fue inmediata. Primero hubo una preparación por parte de mi padre y uno sin darse se fue formando para poder empezar a trabajar y tomar confianza. Fue hace casi 19 años que comencé en el rubro, que fue de toda la vida en mi familia y hoy lo refundamos con mucha felicidad, porque la gente está muy contenta y nosotros también", manifestó.

Fiore destacó la importancia de la creatividad en un mercado competitivo y en constante evolución. La confianza depositada por clientes y empleados se erige como el pilar de la relación comercial, que se nutre de la devolución de esa confianza para mantener un equilibrio duradero. En tiempos de incertidumbre económica y caída de las ventas, la búsqueda de oportunidades se convierte en la clave para superar las adversidades y seguir adelante con determinación.

"La mayor presión estaba en la toma de decisiones, para que sea correcta para el funcionamiento del negocio y para tu papá. Particularmente soy inquieto, por eso tiene que prevalecer las ganas para seguir adelante. Esto fue importante cuando comencé a tener la atención personalizada con el cliente, lo que lleva su tiempo para va dando sus frutos", agregó.

Asimismo, sostuvo que "es muy difícil cuando uno llega a un contexto laboral donde hay empleados aggiornados, con una formación llevada adelante por otra persona, que en esto caso era mi padre. Uno llega a proponer e incentivar desde otra forma, con otro manejo diferente, con generaciones de empleados grandes y otros jóvenes menores de 30 años, que llegaron conmigo, mientras que los mayores son de más de 50 años", sostuvo.

"Como empresario siento que uno de los desafíos es saber que estamos en un tiempo donde debemos ser muy creativos, porque el que lo logra puede llevarse un plus en un mercado muy trabajo, con una economía muy fría. En toda crisis hay una oportunidad y hay que encontrarla y es lo que me toca buscar a mí, ante la baja del movimiento comercial al que veníamos acostumbrados y la caída de las ventas", dijo.

También expresó que "me gusta conservar la confianza, por eso la presto y la entregan mucho, entonces ahí se lograr un equilibrio. En este rubro es una palabra que prevalece y es un poco la esencia de este negocio y de esta idea que llevamos adelante. Mucha gente confía en Agrofiore y entonces nosotros debemos devolver esa confianza de la misma manera, desde el cliente más chico al más grande".

En conclusión, la experiencia de Carlos Fiore resalta la importancia de creer en sí mismo, la paciencia en el proceso, la responsabilidad en la toma de decisiones y el trabajo constante como factores determinantes en el éxito de la empresa familiar. La combinación de tradición, innovación, confianza y perseverancia, son los pilares sobre los cuales se construye el futuro de Agro Fiore y de las empresas familiares de Viedma y Patagones.