Estos bollos de aceite típicos de Granada se hacen con una masa parecida a la de un pan suave con una miga tierna y esponjosa. Pese a lo que pueda parecer al estar cubiertos de azúcar, no resultan excesivamente dulces así que los podemos tomar solos o con cualquier acompañamiento al gusto, tanto dulce como salado.

Para su elaboración, utilizaremos un aceite de oliva virgen extra de sabor más intenso o más suave en función de si buscamos un sabor final a aceite más o menos pronunciado. Lo que no debemos es escatimar en la calidad del aceite de oliva elegido para obtener unos bollos con un sabor genuino.

Ingredientes de los bollos de aceite

• 500 g de harina de fuerza
• 20 g de leche en polvo
• 10 g de sal
• 5 g de levadura seca de panadero (o 15 g de levadura fresca)
• 200 g de agua
• 100 g de leche entera
• 100 g de aceite de oliva
• 50 g de azúcar blanco para decorar

Preparación

Ponemos en un bol 500 gramos de harina de fuerza, 20 gramos de leche en polvo, 10 gramos de sal, 5 gramos de levadura seca de panadero, 200 gramos de agua y 100 gramos de leche entera. Amasamos durante 10 minutos hasta obtener una masa lisa y elástica.

Ponemos la masa en un bol ligeramente engrasado, cubrimos con film transparente y dejamos que doble su volumen. Tardará aproximadamente 1 hora, dependiendo de la temperatura ambiente.

Cuando la masa haya levado, agregamos 100 gramos de aceite de oliva y lo integramos en la masa.

Este proceso puede tardar un poco, pero la masa acabará absorbiendo todo el aceite por completo, quedando una masa húmeda pero que no se pegará a las manos.

Hacemos 10 porciones de unos 90 gramos y les damos forma de bollito alargado. Las colocamos en dos bandejas de horno forradas con papel vegetal. Cubrimos con un paño o film transparente y dejamos que doblen su volumen de nuevo.

Precalentamos el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo. Cuando hayan doblado su volumen, hacemos un corte en el centro de cada bollo y repartimos 50 gramos de azúcar blanco en la superficie de los bollos. Los horneamos durante 20 minutos.

Pasado este tiempo, los retiramos del horno y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Una vez fríos, ya podemos disfrutar de estos deliciosos bollos granadinos.