ARQUITECTURA & DECO

| 04/05/2024

La construcción está en un limbo por la crisis económica

El cambio de paradigma en la obra pública que aplica el Gobierno Nacional impacta sobre cada rincón del país y se suma a la ya compleja situación del sector.

La construcción está en un limbo por la crisis económica

Quisiéramos, en este espacio, poder escribir solo y simplemente sobre lo que nos gusta a los amantes de la arquitectura y el diseño. La funcionalidad, la creación de atmósferas, la luz y las sombras, los jardines esos espacios verdes que generan dinamismo y experiencia sensorial, el color y la amplísima gama de materiales tan versátiles para los arquitectos y diseñadores a la hora de proyectar espacios habitacionales para los clientes, pero ante la paralización del sector no podemos hacer la vista hacia otro lado y solamente sumergirnos en la superficialidad cuando emerge constantemente las dificultades para generar proyectos tanto para clientes como para profesionales.

Podemos hablar de la belleza de diseñar construir y estar en obra pero lo haremos en las columnas subsiguientes.

Crisis económica en el sector de la arquitectura y la construcción

La crisis económica que nos sacudió durante el primer semestre de 2024 va dejando su huella en diversas industrias, y el sector de la arquitectura, el diseño y la construcción no quedó excluido. Con una combinación de factores, incluyendo la inflación creciente, la devaluación monetaria y la incertidumbre política, el recorte a los fondos en obras públicas por parte del Ejecutivo nacional para la generación, proyección y gestión de obras públicas, los arquitectos y profesionales del sector se han visto enfrentados a nuevos desafíos.

Uno de los principales impactos es la disminución en la cantidad de proyectos de construcción en curso, ya que muchas empresas y particulares han optado por postergar o cancelar sus planes debido a la inestabilidad económica. Esta reducción en la demanda lleva a una menor actividad en el mercado de la arquitectura, con consecuencias directas en la generación de empleo y en los ingresos de los profesionales.

El primer semestre de 2024 es un período desafiante marcado por la reducción de proyectos, la dificultad para acceder a recursos financieros. A medida que el país atraviesa una crisis económica y social, queda por ver cómo evoluciona el panorama para los profesionales en el futuro cercano.

La suspensión de Nación de las obras públicas proyectadas ya comienza a ver sus efectos en las provincias.

En nuestra provincia, particularmente, se buscan alternativas para reactivar el sector, como es el caso del convenio entre la mutual de trabajadores de la construcción con el municipio de Viedma que permitirán la generación de empleo a través de la ejecución de obras públicas de bajo presupuesto siempre sujetos al presupuesto del Municipio.

A nivel Ejecutivo el Gobierno de Rio Negro trabaja con gran esfuerzo para terminar y entregar viviendas que quedaron en el Limbo de la gestión Nacional. Así lo comunicó el gobernador Alberto Weretilneck en la entrega de viviendas a familias de San Carlos de Bariloche el pasado 2 de mayo:

Estos barrios en toda la provincia eran 3300 viviendas, se iniciaron como obras nacionales, es decir, que la Nación iba a financiar, iba a pagar, iba a construir todas estas viviendas. Con el correr del tiempo, el Estado Nacional las abandonó y el IPPV se tuvo que hacer cargo, junto con ustedes, de la gestión y la construcción de todas estas viviendas. Prácticamente el 100% de las viviendas la está pagando la provincia y la Nación desertó, como en tantas otras cosas, pero acá estamos, con el final de la obra”.

En el interior del país las provincias acompañan dentro de sus posibilidades presupuestarias la difícil situación que atraviesan los profesionales obreros y sectores comerciales de la construcción, pero todos esperan la pronta reactivación como así también comercialización y suministro de insumos.  El aumento exorbitante de los precios de los materiales profundiza la ya compleja situación al ejercer presión sobre los presupuestos de construcción y afecta negativamente la rentabilidad de los proyectos en todo el país.

Se necesitan políticas viables urgentes por parte del Gobierno Nacional y del sector privado, trabajando en conjunto, para finalizar los efectos de esta situación y garantizar la continuidad de la actividad constructora en todo nuestro territorio nacional.

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