Representantes del PRO denunciaron a la legisladora Ofelia Stupenengo, del mismo espacio político, por violar los principios básicos de la ética en la función pública.

En este sentido, enviaron una comunicación al Parlamento rionegrino, porque la susodicha nombró como asesores legislativos a cuatro familiares directos (un hijo, un yerno, una nuera y una nieta de apenas 19 años).

Asimismo, indicaron que una de sus hijas también fue designada en el Tribunal de Cuentas Municipal.

El escrito ingresado en la Legislatura está firmado por dirigentes del mismo partido en Viedma, entre ellos, Julio Barreno, quien advirtió haber recibido “un mensaje muy intimidatorio, que hace a su integridad física y parte de su familia”, lo que podría derivar en otra segunda denuncia.

Allí manifestaron "semejantes hechos de inmoralidad, falta de ética, con un grado de nepotismo jamás visto en la Legislatura provincial, tratándose de una legisladora, merece que se instaure un sumario en los términos de los artículos 4 y 25 de la Ley 3550, por haber violado el capítulo de las incompatibilidades de la función pública".

En el mismo modo, acusaron que hay un aprovechamiento de su rol para designar familiares con cargo al presupuesto provincial.

Justo con lo opuesto al discurso de terminar con los “privilegios de la casta”, recientemente surgió un caso similar que involucra a la senadora libertaria Vilma Facunda Bedia, quien provocó un escándalo al nombrar en el Congreso a sus tres hijos, a al menos un hermano, a una sobrina y hasta a una cuñada.

Además, contó con el apoyo de otros senadores del bloque, que contrataron como asesores suyos a parte del clan Bedia.