Hace casi dos semanas se restableció el servicio de transporte desde Viedma a El Cóndor. Ante la finalización del contrato con la empresa prestadora, desde el municipio se optó por la incorporación de combis y minivans. Ante la llegada de esta nueva propuesto, y ya habiendo pasado un tiempo, Radio Noticias (105.5) buscó saber cómo está funcionando y la reacción de quienes las utilizan.

Quien dio precisiones fue el subsecretario de El Cóndor y Costa Atlántica, Osvaldo Guagliardo. “Es una gran apuesta de parte del municipio poner un servicio que está 100 por ciento a cargo del municipio. Las combis se alquilan, pero después el resto del servicio corresponde a un trabajo enteramente hecho por el municipio”, aclaró.

“Lo que se está haciendo con eso en este periodo es, de alguna manera, ir sondeando cuáles son las frecuencias más utilizadas, cuáles son las necesidades que por ahí tiene el vecino, para ver si las frecuencias que están sirven o hay que correr o poner algo. Es algo completamente nuevo para nosotros, que estamos tratando de hacerlo con el mejor criterio posible y, a partir de la sugerencia de los vecinos, se irá modificando a la necesidad del usuario”, explicó.  

Consultado por esta etapa de prueba de horarios (de Viedma a El Cóndor sale a las 7.00, 15.00 y 19.30; de El Cóndor para Viedma 7.45, 15.45 y 20.45), comentó: “En realidad, esto no es una etapa de pruebas. El servicio ya se está dando. Ya de entrada se modificó (el horario con respecto a los del colectivo) en función a ciertos pedidos que había. A mí me tocó participar de una asamblea de vecinos autoconvocados que se hizo en el balneario una semana antes de que se pusiera en marcha el servicio, y los vecinos solicitaron el corrimiento de algún horario de las tres frecuencias para que sea más provechoso”.

Además, hizo hincapié en el recorrido. “Ya de entrada se inició con esa sugerencia, y se inició con un recorrido el servicio, que se fue modificando en función de la necesidad de los vecinos y a las sugerencias. Estamos en continuo movimiento como para poder ir atendiendo las necesidades que ellos tienen”, enfatizó. 

Sobre los precios, dijo: “Cuando uno al servicio lo pone en marcha, implicaba en su momento un boleto entre 3 mil y 3200 pesos para el usuario. Y logramos tratar de buscarle la vuelta para que el vecino no se vea damnificado con este valor, porque la gente que utiliza el servicio, en su mayoría, lo hace para venir a trabajar. Y el municipio terminó subsidiando el 50 por ciento del boleto”.

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